Tomás Kogan: diciembre 2015

Resumen del año en fotos y videos.
Solo recuerdos bellos o no del todo avergonzantes.

Haciendo un balance, fue un año muy positivo en cuanto a los vínculos personales gracias a la onda que se generó en el taller, fundamentalmente en la comisión.

No me voy para nada conforme con casi ninguno de mis trabajos, por ahí el del lugar y el de la situación sobresalen para bien (un poco). Pero en ese sentido me voy desilusionado. Siento que en varios aprendí muchísimo, por investigación, por la ayuda de los docentes o por dedicación, y sin embargo terminaron quedando productos de mediocres a malos. Lo cual no está bueno.
Sentirse realizado con lo que uno hace ayuda a levantar el animo para seguir aprendiendo y trabajando. Especialmente en una persona con baja autoestima.
Que no se malinterprete. Un buen baldazo de agua fría, o los que sean necesarios, por parte de los docentes me parece perfecto para sacudir la cabeza y volver a encaminarse. Me refiero puramente a la sensación que tiene cada uno con su propio trabajo, una vez que lo ha terminado.

En cuanto al trabajo de la cátedra me voy muy satisfecho. El orden de los tps y los distintos lugares a los que apunta cada uno esta perfecto, mas allá de haber sufrido con alguno.
La dedicación de todos los docentes, en las teóricas, en las prácticas o incluso desde su casa cuando se les consulta por mail es para agradecer, felicitar y aplaudir.
Lamentablemente soy muy cerrado. Pero las pocas veces que traté directamente con los profes siempre recibí un consejo, alguna recomendación, o un buen baldazo de agua fria cuando se necesitó. Siempre con buena onda y profesionalismo.

Conclusión.
Aprendí muchísimo porque ustedes son unos capos y yo no estuve a la altura de la cátedra, por incapacidad o mala distribución de la energía dedicada.